La amargura voraz

La amargura es fiera depredadora.

No acepta la inocencia ni la alegría, no soporta convivir con ellas, encuentra una satisfacción mezquina en morderlas, infectarlas, corromperlas.

No se nutre de ellas, sino de su aniquilación, del crujido de porcelana que se quiebra.

Carroñera exquisita, se afana a pudrir deprisa lo que es bello y vivo.

Fuerzas así de negras y viscosas embetunan el corazón de los hombres.

Mantengan perlas, copas y flores fuera del alcance de tanta hiel.




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